SuperMans
El título original de Le Mans ‘66, Ford v. Ferrari deja presagiar algo así como un Superman vs. Batman de los coches. Tal vez por esa razón se haya decidido cambiar el título para el estreno europeo de la película, para evitar confusiones. Sin embargo ese título original dejaba entender el espíritu de la cinta: una nueva visión de la relación entre Estados Unidos (Ford) y Europa (Ferrari). Dualidad que se manifiesta sobre todo en los dos intérpretes principales, Matt Damon (o sea, el estadounidense) y Christian Bale ( el europeo, hasta que el Brexit lo separe). Los dos actores interpretan respectivamente al director de la escudería y al piloto estrella, que deben lograr el éxito en Le Mans para la compañía Ford, en horas bajas como vendedor de utilitarios, intentando así darle un nuevo empuje mediante los coches de competición. El personaje interpretado por Bale es considerado demasiado loco e imprevisible, un veterano de guerra genial sin el que la victoria parece imposible. Sin duda, la mejor parte del filme es aquella en la que una vez encerrado dentro de su casco entendemos que para poder pilotar como lo hace en las vertiginosas e impresionantes secuencias de carreras es necesario que el personaje esté como un cencerro y que Bale lo interprete en consecuencia: totalmente desatado. El circuito francés de Le Mans, mucho más cinematográfico que los aburridos recorridos circulares de las carreras estadounidenses (¿alguien aguantó alguna vez una carrera de Nascar en la televisión?) confirman finalmente el mensaje de la película: Europa como lugar de salvación de lo mejor del cine americano. IRENE ARETA